Si la noción de institución no estuviera excesivamente ligada a la representación de lugar instituido según un conjunto de normas y protocolos administrativos, sino a la de espacio dinámico, lugar que construimos entre todos y realidad donde se manifiesta y expresa lo individual y lo colectivo, entonces los procesos de innovación se vivirían con naturalidad.
Estamos integrando y haciendo tecnología constantemente, y en especial interactuamos a través de las tecnologías de la comunicación. Somos seres que existen en relación y actualmente, en la vida diaria, esa relación viene altamente mediada por tecnología. ¿Que es lo que provoca que este hecho cotidiano y práctico se vuelva un "problema" en el ámbito de las escuelas?
Si el aula es un espacio altamente comunicativo y probado está que existen nuevos medios -tecnológicos- que potencian la capacidad de producir actos comunicativos coherentes y potentes en cuanto a su impacto, sería lógico haberlos incorporado a las escuelas.
Por otro lado, pensando en el profesor, hay que decir que el ejercicio de la docencia hoy (y siempre) no empieza ni termina en las aulas, y cada docente, en la medida que crece profesionalmente, va encontrando los caminos para configurar su lugar profesional: el aula, el centro de recursos multimedia, la gestión, la tutoría, la producción académica, la investigación. La vocación docente en su riqueza permite que cada persona desarrolle aquellas dimensiones que mejor le hacen sentir mas útil a sí mismo y a los demás. Creemos que la introducción de la tecnología adecuada brinda herramientas tanto a nivel profesional como personal, que permiten desarrollar un proyecto formativo continuo y eficaz.
Se trata en definitiva de la cultura, de las formas de hacer y asumir los actos educativos. Si un grupo de personas de una escuela se disponen a innovar, a renovar sus prácticas, por más pequeño que parezca el cambio, terminará transformando todo el corpus organizacional. Por ejemplo, un profesor o profesora que tenga la iniciativa de crear una página web y la conciba como espacio de información e interacción con sus alumnos y que a su vez comunique y comparta esto con sus colegas, sin duda generará un movimiento innovador en el Centro.
Entonces se trata de sumar pequeños esfuerzos.
No es nada nuevo lo que estoy diciendo, sin embargo, ante este planteamiento en varias ocasiones algunos han intervenido para manifestar miedos y reparos, como por ejemplo el reiterativo tema de la resistencia institucional o de los directivos, o bien sobre la decepción profesional de los docentes, o la apatía de los estudiantes, los problemas de conducta en clase, etc.
Frente a todas las dudas y temores de algunos colegas es bueno mostrar y recorrer los cientos de ejemplos de escuelas y profesores creativos y entusiastas que vemos en Internet y hablan de un diálogo muy fructífero entre educación, innovación y TIC.
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