Si hablamos de revisión, hablamos de responsabilidad, de análisis, de carga moral. Los discursos que señalan la necesidad de que los docentes conozcan sus nuevos roles y los asuman a conciencia, abundan hoy en todos los ámbitos educativos a diferentes niveles.
La pedagogía, ¿cuál ha sido su objeto de estudio hasta ahora? Si revisamos la historia de la pedagogía, su trayectoria como disciplina, nos encontraremos siempre a dos sujetos en interacción, o al menos, presentes en un acto que denominamos “educativo”, el acto pedagógico. El tercer elemento que da gran parte de sentido a ese encuentro entre sujetos, es el saber, o podemos decir también: el conocimiento.
Esta tríada se ha sostenido por siglos, basada en la convicción de que es necesario comunicar conocimiento entre ambos sujetos: el que enseña y el que aprende. Estos roles cada vez más interactivos y compartidos entre alumnos y profesores, son, objeto de estudio pedagógico.
Por otra parte, existen coordenadas en las que se produce ese acto educativo: un tiempo, un lugar. Variables que cada sujeto identifica y define con su propia biografía, con su historia particular y sus recorridos vitales. Variables a su vez que el grupo social relaciona con la construcción histórica, otorgándole una carga de significados particular según la sociedad donde analicemos ese acto educativo.
Pareciera estar todo ordenado en este complejo pedagógico de variables. Sin embargo, nada más dinámico y sanamente caótico.
Las TIC vinieron a demarcar algunos terrenos claves en el acto educativo. ¿Estaba todo dicho en educación? ¿Está todo dicho?
Al parecer la revolución digital remueve la teoría pedagógica y cierne lo accesorio, lo desecha, y reafirma que lo esencial en el acto educativo: la interacción en la tríada docente, alumno, conocimiento, sigue siendo la médula espinal de los procesos educativos. Y desde este principio viejo y nuevo a la vez, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (en adelante TIC) nos brindan herramientas necesarias para generar interacción educativa con sentido pedagógico.
La cultura de la revisión se ha instalado en las cátedras de pedagogía y no es para menos. Existe por un lado la conciencia de que los cambios sociales generados por la revolución digital inciden directamente en los procesos pedagógicos y los educadores no pueden quedar ajenos a ellos, por otro lado, se percibe que los eternos pendientes de la educación no se han resuelto… ¿Qué define a los procesos educativos de hoy? Mas allá del aumento de los índices de violencia intra escolar (por ejemplo) y de fracaso, cuáles son los desafíos que asumimos como urgentes en los ambientes académicos donde se investiga en educación.
Esta revisión parte del postulado de que la introducción de las TIC en educación permite generar una dinámica de renovación pedagógica, otorgar nuevos sentidos y saldar los deberes pendientes con las nuevas generaciones, que son a su vez las mayores destinatarias de los actos educativos.
Interacción, motivación y sentido, son aspectos gravitantes para hablar de revisión pedagógica. Sin ellos, seguramente los actos educativos que se produzcan en el ámbito institucional o fuera de él, serán actos inútiles y torpes.
Sería bueno revisar lo que se ha investigado sobre cómo los promueven las TIC aplicadas a la educación: nuestras representaciones nos generan la imagen de una intensa interacción facilitada por las TIC, lo mismo pasaría con la motivación, y cuál es el rumbo del "sentido" (hablando de actos educativos mediados por tecnología?
¿Siguen teniendo sentido los actos educativos prescindentes de TIC? ¿Cuáles? ¿En qué contexto?
Si pudiéramos comparar los índices de interacción y motivación generados por la simbiosis educación - TIC, con los mismos índices pero en procesos educativos divorciados con las TIC...
¿cuáles serían los hallazgos?
Por curiosidad y sin ánimo de relativismos, incluso no tengo claro si valdría la pena invertir tiempo comparándo esas dos realidades.
Hoy sale en las noticias que el creador de Microsoft asegura que en 5 años, Internet barrerá a la TV... (aunque pienso que esto sucederá en dos o tres años)... entonces... ¿la escuela seguirá impermeable a este impacto? lo dudo.
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