Josep Duart y Albert Sangrá, en Aprender en la Virtualidad, Ed. Gedisa, Barcelona, 2000 (pp. 34, 35 y 36) explica como se define un modelo pedagógico integrador, centrado en el estudiante.
Para ello proporcionan esta figura (yo la he sacado del sitio indicado al final), que corresponde al modelo pedagógico de la UOC (Universidad Operta de Catalunya) que, como sabemos es una universidad no presencial de España (Barcelona), líder en la integración que ha hecho de las TIC. Transcribimos aquí una parte del texto explicativo.
Los tres pilares de un modelo pedagógico integrador
"En la imagen se puede ver su representación gráfica. La hemos dibujado en forma de elipse dado que algunos de sus elementos no están siempre equidistantes del centro, que indudablemente es el estudiante.
Observamos que hay una primera elipse alrededor del estudiante, que incluye los tres pilares básicos del modelo, que se exponen a continuación. La segunda elipse incorpora cuatro elementos complementarios pero no por eso secundarios: la biblioteca virtual, los encuentros presenciales, los centros de apoyo y las relaciones sociales y extraacadémicas. Estos cuatro elementos forman parte de cualquier institución de formación, especialmente de las universidades, y cumplen una finalidad importante: situar al estudiante y al proceso de aprendizaje en el marco de una institución.
(...) Los tres pilares del modelo que se encuentran en la primer elipse (son): los materiales didácticos, la acción docente y la evaluación.
En cuanto a los primeros, en entornos virtuales, suelen ser contenidos multimedia, es decir que combinan diferentes tecnologías al alcance (textos, registros, vídeos)."
De este aporte de Duart y Sangrá (2000, pp. 36 a 41) nos interesa sintetizar las siguientes ideas:
Los materiales didácticos deben permitir aprender a aprender y deben ser generadores de mayor intercambio y contrucción de conocimiento.
La acción del docente cambia, de ser fuente de información pasa a ser facilitador del aprendizaje, garantizando la máxima calidad de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, y contribuyendo a la búsqueda, análisis e investigación como actitudes y prácticas claves en los estudiantes.
La evaluación del estudiante es continua (evaluación continuada). Esta tiene un triple sentido: a) ofrecer una pauta de actividades y por tanto sugerir un ritmo de trabajo; b) cada actividad realizada por los estudiantes es una oportunidad de participación activa en la construcción del conocimiento; se proporciona la guía y la orientación del profesor, de este modo las actividades se convierten en estimulo para el proceso de aprendizaje y en asesoramiento personalizado acerca de cómo se puede orientar y enfocar el estudio; c) el seguimiento de las evaluaciones continuas permite obtener un reconocimiento académico y la superación de la asignatura.
Volviendo al gráfico, como se verá, encontramos cuatro líneas que enmarcan las elipses. Ellas expresan tanto la filosofía como la política de trabajo que sustenta todo el modelo:
- interactividad
- flexibilidad
- cooperación
- personalización.
La imagen fue captada de
sitio visitado el 31 de enero de 2007
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